XVIII - PARA LOS NIÑOS



Ninhursag se unió a su hermano Enki en el Reino Serpiente. Desde allí ellos observaron mis encarnaciones humanas con profundo interés. Los dos habían creado la especie humana hacía mucho tiempo y sabían sobre la posibilidad de activar los genes "divinos" a pesar del velo que representaba el control de Marduk. 
Mi tía abuela Nin estaba muy entusiasmada con el potencial ilimitado que yacía latente dentro de cada ser humano. Ella siempre había amado a sus Lulus y Enki los había salvado de su total aniquilación después del diluvio y quería una oportunidad para ayudarles otra vez. Además, el desafío de esta empresa le parecía muy seductor. De modo que Enki y Ninhursag se me unieron en el descenso hacia la forma humana.
Todos sabíamos sobre los peligros que nos esperaban. Era posible que no recordáramos quiénes éramos; posiblemente nos perderíamos. Prometimos ayudarnos mutuamente a recordar cuando fuera y del modo que fuera posible. Otros dioses siguieron nuestro ejemplo. A mi madre Ningal y a mi padre Nannar se les unieron mi hermano gemelo Utu y su esposa. Ninurta siguió a su madre Ninhursag porque quería protegerla. Incluso mi media hermana Ereshkigal y su esposo Nergal escogieron encarnar como humanos. Muchos otros descendieron a sus propios linajes, encarnándose en aquellas estirpes que habían creado y de las cuales ya eran parte.
En cuanto a sus experiencias, tendrán que preguntarles. Tal vez ellos son ustedes.
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El Consejo Intergaláctico estaba muy impresionado por nuestro compromiso valiente de remover la Pared. El aburrimiento se puede convertir en una motivación efectiva. Del Consejo salió otro mensaje que tenía que ver con el planeta Terra. A Marduk y sus seguidores se les transmitió una versión especial.
Nadie que esté por fuera de las frecuencias de Terra debe interferir en ella. Era necesario dejarla sola, permitirle que evolucionara sin intervención hasta el fin del año 2011 D.C. Terra sería protegida por un batallón de naves de todas las partes de las galaxias apoyado por el Consejo.
Este acuerdo terminaría en el año 2012 D.C, año en el cual Terra experimentaría una división dimensional y se separaría en dos dimensiones definidas. Cuando en el universo las disputas no se podían resolver pacíficamente, tales conflictos se dirimían por medio de una separación dimensional. El tiempo y la realidad física son muy similares a las capas de una cebolla. Los mundos pueden y, de hecho, existen dentro de otros y las existencias dimensionales se sobreponen y se entrelazan.


Esta separación sería apenas perceptible a los habitantes de Terra y a todos se les daría suficiente tiempo para escoger entre las dos dimensiones. La naturaleza individual de cada ser humano tomaría la decisión. Nadie escogería por otra persona.


Una Terra contendría las frecuencias de la llamada Luz y existiría dentro de lo que se llama la cuarta dimensión. En esta dimensión los pensamientos que tuviera un individuo tomarían forma porque cada pensamiento se manifestaría instantáneamente y cada uno llegaría a la conclusión de que es el creador de su propia realidad. Todos los habitantes de Terra sabrían que ellos solos fueron responsables de todo y a cada uno se le garantizaría el derecho inherente a ser soberano y a crear.


La otra Terra quedaría en manos de Marduk y sus tiranos. Aquellos que quisieran que se les dijera qué hacer, cómo pensar y que no quisieran ejercer su derecho a elegir, permanecerían bajo su control. Los seres podrían continuar experimentando la vida bajo el escudo de sus reglas a medida que la tiranía continuaba reinando y a Marduk se le permitía tener su propia experiencia. Parecía que había muchos que estaban contentos de tener a alguien que pensara por ellos y había muchos que querían continuar adorando algo que estuviera fuera de ellos.


Cuando Terra se convirtiera en dos mundos diferentes, no habría juicio. Un día los humanos sencillamente se encontrarían en la dimensión que mejor les acomodara y apenas notarían el cambio, aunque podrían quedar algunos vagos recuerdos, incluso unos cuantos mitos en cuanto a un pasado lejano.
En el ínterin, el Consejo y los Etéreos quedarían como guardianes sobre Terra. No habría guerras ni se permitirían conquistas desde el espacio. 
Claramente había muchas otras civilizaciones de otros sectores que también pretendían apoderarse de Terra. Muchas aseveraban que también habían dejado sus semillas en un pasado muy lejano y regresaban a recobrar sus derechos. Parece que este pequeño planeta azul es muy valorado por muchos. Sin duda en Terra debe de haber algo más precioso que el oro.
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De alguna manera todos hicimos trampa. Nosotros sí interferimos. Entramos en cuerpos humanos para tratar de activar el gen "divino". Nosotros queríamos fomentar el pensamiento original y promover también una rebelión contra la tiranía. No obstante, nos dimos cuenta de que era algo muy difícil y a menudo nos ejecutaban de maneras horrendas por estas acciones subversivas. Tuvimos éxito en la creación de algunos hologramas inspiradores, algunas visiones edificantes y otras experiencias "santas". Y a algunos de sus mejores pensadores les entregamos algunos secretos tecnológicos.


Por supuesto Marduk también hizo trampa. Con el fin de ganar conversos, generó muchos hologramas aterradores. Él se especializaba en separar la religión del resto de la vida y dio origen a muchas formas de adoración con numerosas burocracias para gravar y gobernar a los Lulus. Creó una nueva religión que no tenía nombre oficial pero que se conocía como el consumismo. Hombres y mujeres llegaron a considerar las cosas como más importantes que las personas. A la gente se le medía por el número y la cantidad de sus posesiones.


Un altar, una caja electrónica que emitía imágenes, se instaló en cada hogar para entrenar a la gente a adorar las cosas y adquirir más de ellas. Este altar consumía la mayor parte del tiempo de la gente. El resto del tiempo se utilizaba para conseguir dinero para comprar cosas. A los niños se les dejaba solos en casa frente al altar, mientras sus padres se dedicaban a la búsqueda de más posesiones. Sólo unos pocos se dieron cuenta de cuán vacía se había vuelto la vida. Marduk tuvo cada vez más éxito.
Cuando los Etéreos se enteraron de la estrategia del altar, decidieron enviarle a la gente de Terra un regalo. Desde el centro de la galaxia, empezaron a transmitir una onda de luz que fue muy suave al principio y que luego aumentó su magnitud y rodeó a Terra. Empezaron a aparecer nuevas formas de pensamiento que a menudo dejaban perplejos a los padres. La gente bailaba en las calles como tribus primitivas gritando "¡Hagamos el amor, no la guerra!" Muchos otros empezaron a buscar la soledad y tiempo para mirar hacia dentro de sí mismos.


La onda continuó. Los hombres adultos declaraban su derecho de sentir y las mujeres afirmaban que eran iguales a ellos. Los estudiantes jóvenes se ponían de pie frente a enormes armas y reclamaban su derecho a escoger, a ser libres. La gente acudía a defender a La Madre Tierra, que había sido envenenada de un modo Ínmisericorde en el siglo veinte. Algunos aseveraban que hablaban con los delfines y otros animales buscando defenderlos.
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La onda crece y crece. Yo, Inanna, aparentemente perdida aquí en un extraño cuerpo terrestre, me abro hacia esa onda. Cada día me esfuerzo por recordar.
En algún lugar en el tiempo, veo una niñita azul que corre a lo largo de un piso de lapis, y su risa viene a mi recuerdo como un eco. Sé que debo recordar. Si yo puedo hacerlo, sin duda todos podemos. La acción de recordar y de despertar seguramente se esparcirá como un fuego fatuo a través del mismo aire que respiramos. Yo me abro a la onda.
Algunos días me confundo, pero este acto de recordar crece firmemente dentro de mí. Hay una visión de un Ser de Luz que me ama y yo puedo sentir ese amor. Hay Esferas de Luz que a veces vuelan a mi alrededor. La onda se vuelve más fuerte; escucho los sonidos del cambio. Cada célula de mi cuerpo empieza a vibrar con el cambio a medida que se me revelan misterios fascinantes.
Yo recuerdo.... yo recuerdo, las ondas agradables del amor y del perdón fluyen por mi cuerpo, hacia mi mente, a mi corazón y yo recuerdo. Entonces estamos aquí en Terra con ustedes esperando el tiempo de la elección. Nosotros, quienes los creamos, enviamos nuestro amor a todos nuestros niños. Nosotros quienes creamos a Marduk queremos que lleguen a ser como los "dioses", ¡pero Mejores! Queremos que recuperen lo que les arrebatamos hace muchos eones; su poder, el poder de confiar en ustedes mismos. La onda es para cada ser humano que está en este plano. La onda es nuestro amor para ustedes, nuestros niños.
Venimos a ustedes en la noche con los sueños, en el canto de los pájaros, en la caricia del viento, en el murmullo de las hojas en el aroma de las flores, en la risa de los bebés. Los seguimos por los corredores del tiempo y cuchicheamos en sus corazones, ¡Amado despierta. Sabe quién eres!" Y sobre todo, les enviamos amor, porque el amor es el poder más grandioso de todos.
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A medida que empiecen a descubrir su poder de creación, de vez en cuando piensen en mí y en mi insensatez. Piensen en Ninhursag y Enki, en todos nosotros. Recuerden nuestra historia, y diviértanse tanto como nosotros.
En cuanto a mí, vi al hombre más interesante y fascinante en el Consejo Intergaláctico. Nunca he visto a un hombre como él, y después de que supere este asunto de la Pared, creo que lo buscaré. Quizás ahora me preste atención. Ya no soy la misma. Quizás me lo encuentre en el "Bar Etéreo", o en el séptimo plano de los Bardos. Quizás la vida apenas comienza para mí, Inanna.